Cuidado, activismos y participación ciudadana

El Fórum Social del Cuidado, celebrado en Barcelona el 12 de marzo de 2022, y la Red Ciudadana por el Derecho al Cuidado, constituida en Catalunya en mayo del mismo año, tienen como objetivo promover un cambio en el modelo de organización social del cuidado, que parta del reconocimiento del derecho al cuidado. Se trata de una iniciativa ciudadana promovida desde los sectores académico, social y profesional, dirigida a las personas que cuidan y reciben cuidado, y a todos los agentes del cuidado y al conjunto de la ciudadanía. Sus objetivos específicos son tres: a) abrir un espacio de encuentro entre los distintos agentes que intervienen en el cuidado a fin de generar reconocimiento mutuo y fortalecer alianzas; b) promover un cambio de paradigma que asuma la interdependencia y la necesidad de cuidado a lo largo del ciclo de vida, un modelo de cuidado centrado en la persona, una mejor articulación entre el cuidado social y sanitario, y una mirada transformadora que nos permita pensar en términos de sociedad cuidadora, de corresponsabilidad y emancipación social; y c) impulsar un gran pacto social por los cuidados.

Antecedentes

Los antecedentes de esta iniciativa se sitúan en diversas investigaciones académicas realizadas sobre el cuidado con perspectiva feminista desde el equipo de investigación de la Universidad Rovira y Virgili, liderado por antropólogas sociales, y en colaboración con la Universidad de Barcelona. Estas investigaciones constatan los déficits del actual modelo de organización social del cuidado y la necesidad de transformarlo para que responda a las necesidades reales de las personas que necesitan apoyos y cuidados y de las personas que cuidan. En unas jornadas realizadas en Barcelona en enero de 2021, nos planteamos ya la necesidad de construir una red ciudadana que reivindicara unos cuidados más justos y sostenibles. Esta proclama convergió con lo que desde el activismo social se estaba viendo necesario también. Y este fue el motor que impulsó la organización de un Foro Social y de una Red por el Derecho al Cuidado.

Partimos de la consideración de que la demanda ciudadana es imprescindible para el impulso de la acción política, tal como señala Fiona Williams en sus reflexiones sobre el cuidado. La falta de valor social del cuidado, a pesar de ser esencial, hace que no se reconozca en la práctica como un derecho. Los avances en este terreno (conciliación, servicios, etc.) siempre han sido fruto de las luchas y demandas sociales y de los colectivos feministas. Es desde este marco desde donde consideramos necesario promover desde la ciudadanía el reconocimiento y el derecho al cuidado.

El cuidado es un elemento transversal en nuestras vidas, desde que nacemos hasta que morimos

Consideramos que todas las personas necesitamos cuidado a lo largo de la vida. El cuidado es un elemento transversal en nuestras vidas, desde que nacemos hasta que morimos. En momentos vitales como la infancia, la vejez o el fin de vida, las necesidades de cuidado se intensifican, y también sucede en casos de sufrimiento mental, diversidad funcional o enfermedad crónica. Son situaciones que suelen ir acompañadas de sufrimiento, vulnerabilidad y complejidad, tanto de quien necesita el cuidado como de quien lo brinda (mayormente, las mujeres).

La iniciativa de celebrar un Foro Social y construir una Red ciudadana partió de dos constataciones. La primera constatación es que las necesidades de cuidados son muchas, que no existen servicios suficientes para atenderlas y que hay que reivindicar el derecho al cuidado. La pandemia ha puesto de manifiesto las consecuencias de más de una década de desinversión en el sector: precarización laboral, dificultades para la conciliación, Ley de Extranjería que perpetúa la informalidad y la vulneración de derechos fundamentales, la falta de profesionalización, una Ley de Dependencia vaciada de contenido, etc. La pandemia de la Covid-19 acentuó la situación crítica de emergencia social y la urgencia política de transformar el modelo: aumento de situaciones asociadas al sufrimiento mental, especialmente entre jóvenes y adolescentes; situaciones de discriminación y exclusión social de personas mayores y personas con diversidad funcional. A pesar de lo ocurrido, la clase política se ha mostrado incapaz de dar una respuesta rápida y contundente frente a lo que podemos considerar no sólo una crisis sanitaria, sino también una crisis de derechos humanos.

La segunda constatación es que las luchas y demandas por el cuidado están fragmentadas. Existe una falta de conciencia de sector de los distintos agentes que intervienen en los cuidados, y las personas que cuidan conforman colectivos fragmentados y diversos: mujeres y hombres que cuidan de sus familiares de forma no remunerada, trabajadoras de residencias, trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio o de la asistencia personal, trabajadoras de hogar y cuidados, etc. No se trata de suplantar luchas ya existentes, todo lo contrario. Partimos del reconocimiento de todas esas luchas, y apostamos por articular el conjunto de demandas y reivindicaciones en un mismo espacio, de manera que facilite la articulación de una demanda ciudadana fuerte y contundente a favor de un cuidado justo y sostenible, que contribuya al impulso político. Se trata pues de impulsar la lucha conjuntamente, de articular un bloque político por el cuidado, para dar valor al cuidado y que se reconozca como derecho.

Ante la inacción política, tomamos la iniciativa desde la ciudadanía, para avanzar hacia lo que entendemos que debe ser la democratización del cuidado, resultado, como ya hemos dicho, de los antecedentes de nuestras investigaciones, que convergieron con los intereses e inquietudes de activistas por el cuidado y movimientos sociales feministas.

Impulsamos este proceso mediante procesos participativos, entendidos como espacios de reflexión y participación ciudadana, como herramienta para resolver problemas colectivos y complejos.

El Foro Social del Cuidado

El paso previo a la constitución de la Red ciudadana fue la celebración del Foro Social del Cuidado, que tuvo como objetivo abrir un espacio de encuentro, diálogo y reflexión ciudadana en torno al cuidado, para potenciar el conocimiento mutuo, entrelazar la diversidad de agentes y proyectos protagonistas del cuidado en nuestra sociedad, e identificar las necesidades, retos y elementos que tienen en común. El Foro consistió en la realización de 23 talleres, 11 virtuales y 12 presenciales, además de una asamblea, y congregó a 350 asistentes y a 150 entidades de los ámbitos sociales, profesionales, sindicales y políticos.
En una primera fase (virtual) se identificaron necesidades y retos; en una segunda fase (presencial) se formuló una demanda conjunta. La conferencia inicial, impartida por Mari Luz Esteban, sentó las bases para entender el concepto de cuidado. Estuvo dirigido a las personas que cuidan y a todos los agentes que intervienen en los cuidados (familias, profesionales, entidades, instituciones), así como a las personas que reciben cuidados y al conjunto de la ciudadanía. Estuvieron representados los ámbitos de la vejez, la diversidad funcional, la infancia y juventud, el sufrimiento mental, la enfermedad crónica y el final de vida.
Los resultados del foro fueron la co-redacción y lectura del Manifiesto por el derecho al cuidado, una demanda conjunta por un Sistema Nacional de Cuidado, y la iniciativa de crear una Red Ciudadana desde la que dar continuidad a las reivindicaciones y líneas de acción dibujadas durante el foro.

El Manifiesto por el derecho al cuidado recoge un decálogo con las principales necesidades y demandas para construir el derecho al cuidado desde los valores de la justicia social, la dignidad, la diversidad y la equidad. Los puntos recogidos en el decálogo son:

1) El cuidado es un derecho humano.
2) El cuidado es un bien común.
3) El cuidado comienza por nosotros y nosotras mismas.
4) El cuidado debe estar centrado en la persona.
5) Redistribuyamos la responsabilidad del cuidado.
6) Cuidemos en comunidad.
7) Abramos espacios de participación y cocreación ciudadanas.
8) Dignifiquemos los trabajos de cuidado.
9) Hagamos ciudades y pueblos que cuiden.
10) Caminemos hacia una sociedad cuidadora.

La traducción práctica del decálogo nos emplazó a la demanda conjunta por un Sistema Nacional de Cuidado, liderado por las personas y colectivos protagonistas del cuidado y dirigido a la clase política y las diferentes administraciones del Estado. Este sistema se fundamenta en los cuatro ejes de democratización del cuidado:
1) Reconocer la centralidad del cuidado.
2) Socializar la responsabilidad de cuidar entre un mayor número de agentes y personas.
3) Eliminar la división social por razón de sexo, edad, origen y clase social.
4) Promover el empoderamiento de las personas proveedoras y receptoras de cuidados. Se trata de que las prestaciones, ayudas y servicios estén bien definidos y bien articulados con el sistema de servicios sociales, de salud y de educación. Hablar de un sistema (y no de un modelo) implica ir más allá de las acciones concretas y aisladas de los distintos dispositivos de atención para que actúen de forma integrada y al servicio de las necesidades de las personas, con espacios de participación social en el que tengan voz tanto quienes cuidan como las personas cuidadas. Y ello requiere un Pacto Social y Político, tal y como se hizo con la Sanidad, la Educación o las Pensiones, que reconozca el cuidado como derecho para garantizar el acceso universal, desde que nacemos hasta que morimos.

La Red Ciudadana por el Derecho al Cuidado

Desde el Fórum impulsamos también la creación de una Red Ciudadana por el Derecho al Cuidado, que dé continuidad a las reivindicaciones y líneas de acción presentadas en el Fórum. En mayo de 2022 tuvo lugar el acto de constitución de la Red, donde se constituyó el grupo motor y se definió la organización y las formas de participación, la misión, el rol social y los principales objetivos:

1) Concienciar para crear una opinión pública favorable y sensible al Derecho al cuidado, la vulnerabilidad de la vida y la interdependencia entre personas y generaciones.

2) Hacer visibles las necesidades y las situaciones de injusticia que viven los colectivos en situación de mayor vulnerabilidad y desigualdad en relación al cuidado.

3) Incidir políticamente y movilizar socialmente para influir en la toma de decisiones e impulsar nuevas políticas públicas de cuidados.

4) Dar apoyo a las iniciativas comunitarias y modelos de cuidado transformadores.

¿Dónde estamos?

Se trata de articular un bloque político por el cuidado

Desde entonces hemos llevado a cabo distintas acciones. Además de presentar la Red en jornadas ciudadanas y congresos académicos, y realizar actividades de difusión y concienciación (cine-fórum, sinergias con experiencias comunitarias, etc.), fuimos invitadas al Parlament de Catalunya (Comisión de Derechos Sociales), donde expresamos la demanda por un Sistema Nacional de Cuidados. Hemos realizado también una jornada para avanzar en la conceptualización del derecho al cuidado. En esta ocasión convocamos a profesionales del derecho y la bioética, así como a personas que cuidan de forma no remunerada y colectivos que tienen necesidades específicas de cuidado. La jornada resaltó la responsabilidad que como ciudadanía tenemos en el impulso y construcción del derecho al cuidado, reflexionó sobre qué significa reivindicar ese derecho –un derecho de derechos– y de qué manera podría cristalizarse jurídicamente. Un año después de celebrado el primer fórum, celebramos un II Fórum Social del Cuidado que tuvo lugar de forma descentralizada en las cuatro provincias de Catalunya. A parte de realizar talleres para dar voz y visibilizar las luchas y demandas del sector, nos ha servido también para hacer difusión de la red y ampliar la base.

II Foro Social del Cuidado

Actualmente sumamos 450 personas y entidades. Todas ellas con visiones y experiencias distintas, por lo que el reto es generar consensos. No se trata de sustituir las luchas ya existentes, sino de articularlas para ser más fuertes, conocernos y reconocernos mutuamente, entender que estamos ante unos mismos problemas, aunque nos afecten de forma distinta. En este sentido –y queremos remarcarlo– esta iniciativa quiere dar continuidad y al mismo tiempo fortalecer una sociedad civil activa desde hace décadas en la defensa del Derecho al cuidado, de un cuidado centrado en la persona, de una mejor articulación entre el cuidado social y sanitario y de una mirada transformadora que nos permita pensar en términos de sociedad cuidadora, de corresponsabilidad y emancipación social. El objetivo, pues, de la Red es impulsar la acción política desde la demanda ciudadana para conseguir que el cuidado tenga la centralidad que merece, sea reconocido como derecho y se disponga de los recursos necesarios para mantener la sostenibilidad de la vida.

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