Iñaki Uriarte

La metamorfosis del espacio fluvial metropolitano de Bilbao 1876-2021

talaia11 inaki uriarte Iñaki Uriarte es un arquitecto estudioso del patrimonio de nuestras ciudades, con especial atención a los espacios industriales y portuarios.
Bilbao es una villa que debe su razón de ser a su posición al final del estuario del Ibaizabal, el más importante del Golfo de Bizkaia, con una influencia de notables mareas de 14 kilómetros a través de un cauce de progresiva anchura que siempre ha sido navegable constituyendo desde sus inicios un puerto fluvio-marítimo. Como se dice en su carta fundacional de 1300 “fue antes puerto que villa.”
La naturaleza ha proporcionado a Bilbao y su entorno metropolitano dos elementos fundamentales para su desarrollo: el mineral de hierro de los montes cercanos a la margen izquierda como abundante y valiosa materia prima y su Ría como puerto natural. La coincidencia de ambos en un espacio territorial muy próximo propició que la implantación de la Revolución Industrial, algo tardía, tuviese especial incidencia. A partir de 1876, final de la II Guerra Carlista, la explotación masiva de sus recursos mineros y la liberación de la exportación generó una próspera actividad, debido a la gigantesca venta del mineral de hierro a Inglaterra y Bélgica principalmente.
Como consecuencia de esta nueva civilización industrial que modifica radicalmente una villa mercantil se inicia la gran metamorfosis de Bilbao, que con su periferia, se transformará en una potente y avanzada metrópolis industrial y comercial convirtiéndose en la capital más dinámica en sentido económico, laboral, financiero, e incluso en el ideológico, político y social de Euskadi y una de las más importantes del Estado. El comienzo de la modernidad y la innovación en Bilbao alcanza un momento de gran esplendidez en el cambio de siglo entorno a 1900 con la creación de nuevas edificaciones para las administraciones públicas, Ayuntamiento, Diputación, Hospital Civil de Basurto, Plan de Saneamiento de Aguas, teatros, sociedades deportivas, entidades bancarias, empresas aseguradoras, navieras, astilleros, fábricas y talleres vinculados a la siderurgia y metalurgia, probablemente el momento más brillante en la historia de la villa.

Lo que antaño era el escenario de la industrialización de Bizkaia, un rotundo, complejo y espectacular paraje, ha sido desgraciadamente desposeído de sus más significativos elementos

Este mismo año de 1876, en el que se aprobó el Proyecto de Ensanche de Bilbao, se implantará una nueva ciudad burguesa emplazada frente a su núcleo histórico con un trazado de gran cualidad urbanística. Resultará fundamental en su desarrollo urbano, incluso en la actualidad, la trascendencia de la Ría como espacio portuario en el mismo centro de la villa, básicamente en su margen izquierda y los sucesivos puentes como conectores urbanos vinculando nuevas áreas en función de la expansión de la ciudad.
Renacimiento fluvial
En época más reciente, agosto de 1983, unas lluvias torrenciales coincidentes con una marea muy alta provocaron unas terribles inundaciones por desbordamiento de la Ría que afectando a toda la villa causaron numerosas víctimas humanas y un enorme daño material, especialmente a su Casco Viejo. A partir de esta desgracia se inició una voluntad de recuperación de la ciudad histórica y de cambio de la contemporánea. Las Siete Calles empezaron a entenderse como el Centro Histórico de la Villa.
Poco después en 1985 se crea la Oficina del Plan General de Bilbao y, casi a la vez, se inicia una trayectoria de importantes proyectos. En 1988, se convocó el concurso para el Metro de Bilbao de ámbito metropolitano. En este mismo año, se empieza a discutir sobre el destino de dos edificios industriales en desuso, la Alhóndiga, un almacén de vinos de 1909 y el Depósito Franco, un almacén portuario de 1931. En ambos casos las intervenciones han sido desgraciadas. El legado industrial no interesa a las administraciones, no solo políticas sino incluso culturales, que son las responsables de su tutela.
En esta década de los años 80 se puede situar la percepción real, inmediata, de que la crisis del tradicional sector primario de la metrópoli no es temporal, tiene precedentes en otras ciudades industriales del mundo, y sus consecuencias económicas, laborales, sociales crean pesimismo. Surge una voluntad de superación, de cambio hacia una terciarización inicialmente muy radical, actualmente más matizada.
Entre diciembre de 1991 y febrero de 1992 se tomarán dos decisiones de gran envergadura: el Concurso de Ideas de Euskalduna Jauregia palacio de congresos y teatro, y el acuerdo-contrato definitivo con la Guggenheim Foundatión. Esto significará la voladura de las instalaciones de la Compañía Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques, en febrero de 1993. Con su desaparición, muy contestada laboralmente, se inicia un drástico, dramático y amplio proceso de desmantelamiento industrial.

El erróneamente llamado “efecto Guggenheim” solo tiene sentido aplicado al turismo, la hostelería y limitadamente como atractivo cultural

La inauguración del Guggenheim Bilbao Museoa en 1997, supone un cambio rotundo de la imagen de Bilbao y se convierte en un potentísimo y seductor reclamo turístico pero no es ni mucho menos el artífice de la transformación de la villa. Se está confundiendo la cultura con el espectáculo, el ocio y el entretenimiento. El erróneamente llamado “efecto Guggenheim” solo tiene sentido aplicado al turismo, la hostelería y limitadamente como atractivo cultural.
En 1994 se aprobó definitivamente el Plan General de Ordenación Urbana de Bilbao (PGOUB) para controlar la caótica expansión urbana del desarrollismo de los años 70 a la que sólo una fuerte crisis económica posterior frenó. En él, se contiene una decisión de recuperación total, aprovechando los espacios libres que el gran desmantelamiento industrial, principalmente de la siderurgia, la construcción naval y del sector industrial, así como el paulatino desplazamiento del puerto hacia la desembocadura de la ría propiciará, debido a la disponibilidad de enormes superficies de terreno. Estas nuevas áreas de oportunidad urbanística y arquitectónica se sitúan en la orilla izquierda de la Ría junto al Ensanche. En dicho Plan ya se anticipan las intenciones de dotarse de nuevos equipamientos sociales y culturales.
Bilbao como otras tantas ciudades portuarias fluviales no ha estado jamás de espaldas a la Ría, sino que a lo largo de su historia ha sabido aprovechar los espacios de ribera para el uso más conveniente y rentable en cada época, en su momento como puerto y asentamiento industrial. Es ahora cuando quedando sin actividad estos recintos donan sus terrenos para una nueva configuración urbana, La Naja, Uribitarte, Abandoibarra, como antes aconteció en el Arenal y Sendeja.
Entre estos nuevos espacios destaca por su centralidad, representatividad y extensión (348.507 m2), el área de Abandoibarra, que como consecuencia de una Consulta Internacional de Ordenación fue adjudicada en junio de 1993 a Cesar Pelli & Associates Inc. En sus extremos ya estaba decidido por el PGOUB el emplazamiento del Guggenheim Bilbao Museoa (1997) y de Euskalduna Jauregia (1999). Asimismo, surgen la torre Iberdrola (2012) un rascacielos que nada aporta y, muy próximos, la Biblioteca de la Universidad de Deusto (2009) colindante con Bizkaia Aretoa, aulario de Euskal Herriko Unibertsitatea/(2011).
Visión metropolitana
El Metro, se aprueba definitivamente por el Gobierno Vasco en el Plan de Construcción y Financiación. En 1988 se convoca un concurso internacional para el Metro de Bilbao que se inaugurará en 1995. Es la primera y la más trascendental gran obra que satisfará necesidades sociales de comunicación y crea una nueva identidad urbana que aporta un sentimiento colectivo de pertenencia a una metrópoli. Años antes en 1983 entró en servicio el puente de Rontegi entre Barakaldo y Erandio que ha resultado crucial para la movilidad del territorio por su céntrico emplazamiento al conectar sendas autopistas de ambas márgenes.

El puerto de Bilbao por fin ha llegado a la mar después de una larga travesía de 700 años

En un análisis del área metropolitana debe mencionarse el problema del agua ante las graves deficiencias en sus dos fases: suministro y depuración. La creación en 1967 del Consorcio para el Abastecimiento de Agua y Saneamiento de la Comarca del Gran Bilbao permitió, ese mismo año, suministrar agua del Ibaizabal, y a la que la llegada del agua del Zadorra desde el pantano Zeanuri en 1971 supuso una gran mejora de su calidad.
Posteriormente, desde el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia se propuso acometer el Plan Integral de Saneamiento del Bilbao Metropolitano,  para resolver la pésima situación de la Ría. Aprobado en 1979 emprendió un largo, complejo y costoso proyecto de ingeniería entre 1983 y 2004, con multitud de colectores e interceptores para recoger y conducir las aguas residuales mediante algunas obras singulares como los dos cruces subfluviales Lamiako-La Benedicta, desde la planta bombeadora de Leioa en la margen derecha, el espectacular por sus características, sifón Deusto-Museo en Bilbao en 1997, y especialmente la final de Galindo, en Sestao, puesta en servicio 1990, desde donde tras diversos tratamientos son conducidas por un efluente depurado al Galindo.
Este Plan de Saneamiento, una obra trascendental e imprescindible de altísima rentabilidad social (pagada con el recibo del suministro de agua) y el Metro, son los dos proyectos más valorados por la población.
Urbanismo
Una nueva etapa se inicia en la última área disponible en el ámbito de la villa: la Ribera de Deusto y Zorrotzaurre en la margen derecha, en un área alargada de 576.482 m2 con apenas 500 habitantes, escasísimo comercio, pequeños talleres y solares vacíos, pero con unos rasgos muy peculiares tanto en los aspectos históricos como en los tipológicos e identitarios. Actualmente en configuración, sometido a un proyecto adjudicado a la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, ha sido muy discutido desde su inicio por su concepción básicamente inmobiliaria.
Simultáneamente, aguas abajo ha habido importantes implantaciones industriales recientes como la Acería Compacta de Bizkaia, actualmente Arcelor Mittal en Sestao (1997), Navacel en la ribera de Axpe en Erandio (2012) y Vicinay Cadenas en Sestao (2014), además de la tradicional industria naval ya asentada desde hace años en ambos márgenes de Sestao y Erandio.

Este valioso y singular patrimonio y paisaje metropolitano ha sido desafortunada y precipitadamente destruido o alterado

Una preocupación de algunos colectivos es que este cauce, ya de por si de navegabilidad reducida debido al escaso gálibo del Puente Euskalduna, es que esta no se vea aún más limitada por algún puente bajo (previsto por el Ayuntamiento de Bilbao) y que se pueda garantizar la llegada de embarcaciones hasta el citado puente donde se encuentra el Bilboko Itsasmuseum/ Museo Marítimo Ría de Bilbao.
Durante casi 150 años, pero especialmente en el “siglo de oro industrial 1876-1975”, se había constituido un impresionante imperio industrial entorno a la Ría, principalmente entre Barakaldo y Sestao, con grandes instalaciones de contundente presencia significativos de una capacidad e identidad tecnológica, productiva, laboral y económica. Lo que antaño era el escenario de la industrialización de Bizkaia, un rotundo, complejo y espectacular paraje, pleno de interesantes edificaciones e ingenios que le otorgaban un singular carácter, ha sido desgraciadamente desposeído de sus más significativos elementos, algunos reutilizables, convirtiendo la margen izquierda de la Ría en un rutinario paisaje sin apenas referencias históricas.

Bilbo talaia 11

Este valioso y singular patrimonio y paisaje metropolitano, dotado de un atractivo figurativo, incomprensiblemente apenas apreciado por su estética poco convencional de una anónima belleza, ha sido desafortunada y precipitadamente destruido o alterado, en contra de las tendencias de los países y ciudades cultas y sensibles garantes de su historia y legado más representativo. Esta gran catástrofe, sino urbicidio patrimonial por una absoluta carencia de valores culturales tiene sus responsables en las diversas administraciones con competencias legales para proteger este patrimonio sin favorecer operaciones inmobiliarias especulativas incluso delictivas. Bilbao y Bizkaia no han dejado sitio a la memoria.
Ahora este largo lugar fluvial, es el territorio de esta segunda, la acontecida entre 1983 y el momento actual, metamorfosis de la metrópoli de Bilbao, que tiene su razón de ser en el planeamiento urbanístico y que mantiene en la Ría y el Abra, el elemento articulador de una fecunda historia, portuaria, comercial e industrial y el anticipo de una nueva era. El puerto de Bilbao por fin ha llegado a la mar después de una larga travesía de 700 años.
Bilbao se encuentra a sí misma cuando se mira en la Ría, por donde fluye el pasado y el futuro. Una Ría de Hierro.

Iñaki Uriarte
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